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jueves, 21 de julio de 2011

Juicio al silencio y la palabra

Hasta el Juez Supremo han llegado rumores sobre comportamientos impropios de dos, en quienes confiaba plenamente: el Silencio y la Palabra.  Como siempre, antes de tomar cualquier decisión, los ha citado para escuchar las razones que ambos, libremente, expresarán ante él.
El silencio, fiel a sí mismo, viene envuelto en una capa oscura y en el hermetismo más profundo. La Palabra, en actitud poco habitual, mira pensativa hacia un punto inexistente.
Llegan a un lugar que no es centro, pero tampoco periferia.  Elevada sobre una tarima, aparentemente sentada, se vislumbra una figura. Los visitantes hacen esfuerzos por identificarla, pero la luz que emana de ella, les impide distinguir sus rasgos.
Sin embargo sienten... saben, que han llegado al final del camino.
Un gesto y una voz que los envuelve autorizan al Silencio a comenzar:
“Quizá piense usted que es impertinencia, pero en honor a mi gran amiga la Verdad, no puedo hacer más que exponer mis sentimientos”
Y mirando a su antagonista agregó: Debo solicitar su generosa colaboración, Sra. Palabra.       
Sólo cuando ésta asintió con una sonrisa burlona, continuó: “ Siento que no me aparto un ápice de la realidad cuando afirmo que sólo por obra de la palabra, aquellos que confiaron su secreto, se han visto traicionados; que ha sido con su intervención que la soberbia se disfrazó de sabiduría y creó las peores confusiones; que, por obra de sus abusos ha quedado vacía de contenido su propia naturaleza. En cada intervención está acompañada de verbos reflexivos, que sólo se miran a sí mismos; mientras, perdió en el camino los verbos transitivos que llevan hacia  los demás. La misma palabra ha permitido que se cometa el error de enseñar su uso a los niños  sin advertirles que, de su abuso sólo nace el arrepentimiento. Porque... sólo en el Silencio nacen los grandes pensamientos y maduran las mejores obras. El sentir más profundo y las obras más caritativas recurren a mí. Saben que en el Silencio interior es donde encuentran el camino hacia el otro, lo otro y el universo. Toda la historia de la humanidad lo prueba. Los hombres me buscaron y cuando me encontraron lograron ser grandes.
Recuerde, Señor, a Moisés quien pudo ascender por mi intermedio para poder recibirlo”
Hizo entonces el Silencio lo que era esperado de él. 
Nuevamente la voz los envuelve autorizando a la Palabra, quien dice:
 “Cuando yo me hago presente, hasta el Silencio se asegura y nos asegura  que conoce, porque sólo se puede nombrar lo que se conoce. Con total certeza afirmo que el que calla cuando debiera utilizarme sólo expresa su consentimiento. Calla el cobarde, porque cree que es su forma de no asomarse al peligro. Puedo afirmar, sin embargo, que también el que calla es tomado por peligroso y que, quien se teme a sí mismo, se refugia en el silencio. Y hay quienes permanecen mudos, con el semblante serio sólo para   parecer  inteligentes. Sin embargo, cuando la vida no se ajusta a los sueños, recurren a mí para darle sentido. Por mi intermedio se comunican y unen los corazones y, en ocasiones, hasta me ofrezco para expresar  la indignación. Deseo además, dejar constancia de que Moisés me buscó con ansiedad cuando, en su descenso, debió hacer comprensible el mensaje recibido”.
 El  Juez, reflexiona y  dictamina:
 “Luego del Silencio creativo se hacen indispensables las Palabras.
  Luego del Silencio religioso es imprescindible unirse en una historia común.
  Luego del Silencio del éxtasis es necesario expresar la palabra amor.
  Regresarán y, unidos y en armonía, cubrirán el mundo equilibradamente.   
Cada uno buscará su espacio y colaborará en el éxito del otro. Sólo cuando lo consigan, el paraíso se hará presente...”

Desde entonces el Silencio y la Palabra van por el mundo intentando encontrar un escribano ante quien firmar su contrato de colaboración equilibrada.

                                                                                                            Dora Inés Cortón

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermoso Inés estoy ansiosa por leer más.
Gracias por enviarme la invitación al blog la voy a ser extensiva a gente que le interese.
Suerte y seguí escribiendo.