Detalles de un crepúsculo
Centenares de ocultos e invisibles seres
despliegan un poncho calamaco
sobre el interminable verde.
Solemnidad.
El silencio pampeano
arrebatado por el sueño,
descubre retoños de vida:
temblor en el pajonal, un relincho nervioso,
un mugido, el grito de un chajá.
Cae la tarde y hasta el más arisco
acepta la invitación de la naturaleza.
El monte comienza la danza
que el viento, a su paso, le hace bailar.
El duende, que juega a la vida,
busca en el yuyal su refugio-nido.
Todo se aletarga. El gris es azul.
La niebla, una gasa que cubre la pampa.
El arroyo viejo entona desde el tiempo
un son que aprendió allá en el manantial.
En el horizonte, en un solo instante,
se pinta una línea ceniza y añil.
En suspiro enorme de aliento reciente
dice la llanura de un mañana cierto.
Todo se ha dormido.
Comparten el sueño de una nueva luz.
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