Vistas de página en total

miércoles, 11 de enero de 2012

Obstinación



    Sintió la suavidad del musgo en su mejilla; una sombra sobre su cuerpo desnudo; el sonido débil del agua. Boca abajo e inmóvil aún, entreabrió los párpados. Vio la arena interminable y el rastro zigzagueante que se alejaba.
   Otro cuerpo se movió lentamente. Se acercaba. Sintió su aliento. Tensó los músculos.
En el ángulo estrecho de su visión apareció de pronto una mano y en ella la más roja, insinuante y fresca manzana. Movió su brazo y la tomó.
 Cerró resignada los ojos.
 Ya sin dudas, supo que había regresado.

domingo, 1 de enero de 2012


Mientras el sauce llora sus últimas lágrimas,
espero la llegada del invierno.
De pronto, soy la niña que corre con el viento,
que inventa una danza única, nueva.
Y me meto en su piel y en su risa y en sus ojos,
los que miran por vez primera una brizna,
una flor , el sol, la luna
y ese rumor que sube de la hierba.
Es primavera.
Soy el grito que crece salvaje desde entonces
y el silencio que apaga todo grito.
No soy la flor, ni la brizna. No soy sol ni luna.
Sólo soy la que espera que el sauce llore
esa lágrima postrera.
 D-I-C.  (1/1/2012)